8/3/16

De la Rioja alavesa a la última cerveza artesanal de Jerez sin salir de Sevilla

Una clase magistral sobre "Ysios, Terroir de Rioja Alavesa" del enólogo de la bodega Roberto Vicente, celebrada en "Vinos y Maridaje" (Avenida Diego Martínez Barrios, 10- Edificio Insur) me ha permitido hoy hacer un viaje sensorial por los tintos del terruño de Laguardia, apreciar como influye la madera de la barrica en el sabor de los caldos, descubrir la última cerveza artesanal andaluza "15&30" madurada en bota de roble previamente envejecida con vino de Jerez y comprar un rosado de Cariñena y un Godello del Bierzo de la cosecha de 2015.

En el almuerzo, ofrecido por Catering Miguel Angel en el aula de cata de la vinoteca del Grupo Merino, degustamos raviolis de setas con salsa de trufas, lomo de bacalao al horno y un timbal de cola de toro, maridados con Ysios Reserva 2008 y el Reserva 2009 Edición Limitada, unos vinos monovarietales de Tempranillo procedentes de cepas viejas de 30 años de antigüedad media, catorce grados y un potencial de guarda en botella de 10 años.

Tras el postre de bizcocho de chocolate en sopa de chocolate blanco, en un paseo por "Vinos y Maridaje", un espacio con más de 1.500 referencias españolas e internacionales, compré la cerveza 15&30, el blanco "Luna Beberide" (Godello 2015) del Bierzo de las bodegas del mismo nombre de Cacabelos y el Rosado "Care" (2014), nombre romano de la comarca aragonesa de Cariñena, elaborado con Tempranillo y Cabernet por www.carewines.com



7/3/16

Escapada a Milan desde Sevilla

Milan está conectada con Sevilla por vuelos diarios de Ryanair que la convierten en una buena meta para fines de semana, puentes o vacaciones cortas como las de Semana Santa o Feria. La escapada que cuento en este post se inicia el sábado, 27 de febrero de 2016 y termina el martes, 1 de marzo. Tres noches de hotel en uno de los muchos que tiene la cadena Best Western en la capital lombarda: el Casati y un plan adaptado a la lluvia que no cesó hasta el día del regreso son datos importantes del viaje.

La primera noche cenamos en el Mint, un bistrot cercano al hotel, tras intentarlo y no conseguirlo por no haber reservado en Albufera (Tapas y paellas) y en Platina (Imagina la pasta). El Mint es un sitio moderno y agradable, con una decoración de jardin o floristería y pilas de libros y revistas por el suelo.

Probamos la cerveza Mezquita doble malta y roja del Grupo Alhambra, fabricada en Córdoba y todo un hallazgo. El risotto a la marinera y la lasaña, impecables. El servicio, atento y simpático, contribuyó a un buen recuerdo del sitio.

El último domingo de cada mes se celebra en el barrio de los navigli un mercado ambulante con puestos de antigüedades y artesanía por todas sus calles que merece una visita para de paso conocer una zona repleta de talleres de artistas, restaurantes y tiendas. La vieja red de canales navegables da nombre al barrio y es su rasgo fundamental.

La Osteria Le Vigne (Ripa di Porta Ticinese, 61, 02-58113224 y osteria.levigne@fastwebnet.it ) fue la elegida para el almuerzo: ensaladita con anchoas y queso, carpaccio de pulpo con gambones al coñac, espaguetis con almejas y costoleta a la milanesa con un tinto de la zona normalito. El precio y el servicio completaron la buena impresión  que nos causó al entrar.

El resto de la primera jornada se fue entre el Duomo, la Scala, el Piccolo Teatro, la galería comercial Vittorio Enmanuele II, la plaza de los Mercanti, el Castello Sforzesco y un desfile de moda en la calle de la firma #yohanix. Una camisa de hombre de piel a 4.500 euros en Prada marcó el record de los precios de escándalo de las grandes marcas.

El segundo día lo repartimos entre el cuadrilátero de la moda, en torno a la estación de metro de Montenapoleone, el barrio de Brera y algunas paseos por los aledaños del Duomo, el Teatro de la Scala y un paseo nocturno por la zona de los navigli.

Por la mañana, tomamos un café en un local histórico: Cova, pastelería-confitería fundada en 1817, en la vía Montenapoleone,8. El almuerzo lo hicimos en El Beverin, un simpático bistrot en Via Brera,  29 donde probamos una pasta al azafrán exquisita.

La mañana del cuarto día se fue entre el traslado en autobus a Malpensa desde la estación central de Milan, las compras de última hora en la tienda sin impuestos del aeropuerto y el retraso de una media hora en la salida del vuelo a Sevilla